. Museos . Talleres . Pintura . Peñas
|
Subiendo al castillo por la rocosa ladera. la ermita se puede observar, junto con sus elaborados adobes, que caídos ya están. Mirando el caminante a derechas, sorpresas llevará, no son cavernas deshabitadas, sino que de vino llenas están. Alzando su mirada, quizás pueda contemplar, las rocas macizas de mi Alcozar. Y si jadeante a medio camino se había de hallar, que no lo dude, es más, continúe, sólo desde arriba se puede observar... La verdad de la vida. |