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Estimados
habitantes de Alcozar: Habiendo
sabido que, para celebrar el milenario de dicho pueblo, deseaban saber
de algo que sucediera en algún tiempo a sus habitantes, paso a
relatarles, con mucho gusto, el siguiente sucedido. Fue
durante la invasión francesa. Sabido
es que, en los primeros años de 1800, a España la tocó padecer la
invasión francesa, y durante ella sufrieron mucho los habitantes y
ciudadanos de nuestra patria. Muchos
de éstos, como nos lo muestra la historia, hicieron actos de heroísmo,
defendiendo contra los franceses sus pueblos y ciudades. Viéronse obligados a ello por los desmanes y robos que (aparte de otras circunstancias que, como es de suponer, se dan cuando hay una invasión) ocurrían sobre todo en iglesias y museos; llevándose los franceses cuantos objetos les parecía bien. En
vista de esto y ante el temor de que en Alcozar también sufrieran disgustos
de esta índole, decidió un habitante del pueblo, llamado Carlos Pastor,
recoger la imagen de la patrona ─la Santísima Virgen del Vallejo─
y llevarla a guardar o esconder entre los matorrales o plantas de unos
huertos. Para ello la transportó debidamente (se supone que lo hizo en alguna caballería y cubierta con alguna ropa). Se puso en camino hacia dichos huertos y, con tan mala fortuna, que se encontró con una cuadrilla de franceses ─cuyo número se desconoce─ que, por lo visto, venían de otros pueblos de hacer sus correrías. Al
ver que el Sr. Carlos llevaba algo sobre la caballería, le preguntan: "¿Qué
lleva usted ahí?". A lo que nuestro buen hombre contestó: "Aquí
llevo a mi mujer al curandero por estar enferma". Con esta respuesta los
franceses quedaron conformes y dejaron al alcozareño en paz y diciendo: "¡pobrecita,
pobrecita!". De esta forma pudo nuestro personaje seguir su camino. De
cuando fueron a recoger la imagen de la Virgen para volverla a su trono no hemos
tenido referencia. Sólo sabemos que Carlos Pastor la llevó al lugar denominado
la Sanzaina, y que dicho vecino de Alcozar era abuelo de Santos Pastor (apodado
El Sordo) padre de Elías, Epifánia, Marta, Feliciano y José Pastor, y, por lo
tanto, antecesor de quien estas letras escribe. Sirvan estos datos para dar a conocer un acto de heroísmo y de devoción a la Santísima Virgen efectuado por un habitante del pueblo de Alcozar. |