MEDIO FÍSICO

PUEBLO-VIVIENDA

CAMINOS Y RUTAS

CICLO VITAL

AGRICULTURA

PLANTAS

GANADERÍA

ANIMALES

EVENTOS AÑO

GASTRONOMÍA

COSTUMBRES

CREENCIAS

RELIGIOSIDAD

ASOCIACIONES

OFICIOS

TRABAJOS VARIOS

FIESTAS

JUEGOS-JUGUET.

CANCIONERO

TEMAS VARIOS

COLABORADORES

ANTEPASADOS

 

PÁG. PRINCIPAL

PORTAL ALCOZAR

 

SALIR A MISA

. por Sofía de Blas Muñecas, Valentina Morales Alonso y Emiliana Pastor de Blas (1994)

. por Eusebia Romero Riaguas (2001)

 

iglesia y castillo (2004)


 

  Salir a misa (I)

por Sofía de Blas Muñecas, Valentina Morales Alonso y Emiliana Pastor de Blas

 

También llevábamos una vela a la iglesia cuando salíamos a misa con la criatura, y me acuerdo que la dejábamos en la iglesia.

Cuando se salía a misa, el señor cura salía a los "portajones" de la iglesia a recibir a la madre y a la criatura. Se solía salir al mes de haber parido, unas más y otras menos, pero no se salía a los cuarenta días, porque la Virgen salió a los cuarenta días y nosotras no íbamos a ser como ella.

No salíamos de casa hasta que no habíamos ido a misa. Antiguamente decían que, si tenían que salir de casa por una urgencia, se ponían una teja en la cabeza.

Las otras personas de casa y las mujeres de la familia iban a lavar y traían el agua para que tú no tuvieras que salir.

A veces se salía a misa a los quince días, o conforme obligase, pero lo normal era salir al mes.

El señor cura bendecía a la madre y a la criatura y había que darle una gallina. También se dejaba una vela en la iglesia.

El cura se ponía en el balcón e iba mirando a las que pasaban para ver quién iba gorda, y hacía el recuento de las gallinas que se iba a comer en aquella temporada.

Cuando íbamos a confesar también había que llevar un huevo al señor cura. Nos daba un papelito una cédula y... tantas personas como había en casa, tantos huevos que tenías que dar al cura. Pero eso era cuando íbamos al cumplimiento pascual, cuando se iba a confesar por la Semana Santa. ¡Menuda cesta de huevos que recogía el sacristán!

 


 

iglesia (2004)

 

  Salir a misa (II)

por Eusebia Romero Riaguas

 

 Había una costumbre o tradición en Alcozar que consistía en que, cuando una mujer daba a luz un hijo, la madre no salía a la calle hasta que no “salía a misa”. Esto se hacía alrededor de un mes después del parto.

Cuentan que en tiempos más antiguos —pero yo no he llegado a conocerlo— si la mujer tenía que salir de casa por alguna razón urgente y que no podía esperar, se ponía un trozo de teja en la cabeza. Esto representaba que, aunque fuera por la calle, era como si estuviera dentro de su casa.

Se acordaba con el sacerdote el día que se iba a salir a misa. La misa siempre era por la mañana, aunque, si coincidía que era invierno, el sacerdote solía retrasarla un poco para que el niño no cogiera algún resfriado.

La madre salía de casa con el niño en brazos y esperaba en los portajones de la iglesia hasta que aparecía el sacerdote vestido con la casulla y con la estola al cuello, también llevaba agua bendecida. En ese momento se encendía la vela que llevaba la madre, el sacerdote decía un responso y unas lecturas y a continuación ya podían entrar en la iglesia tanto la madre como el niño para oír misa.

Esto representaba la presentación de Jesús en el templo. Era una tradición de las muchas que existían en Alcozar y yo la llegué a cumplir cuando nació mi hija mayor. Era una tradición bonita que además, si eras creyente, te daba mucha paz interior.


Atrás ] Principal ] Arriba ] Siguiente ]

sociedad ] el cuidado de los niños ] el bautizo01 ] el bautizo02 ] onomástica ] [ salir a misa ] la escuela01 ] la escuela02 ] la escuela03 ] los quintos ] boda02 ]