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Redacciones C.R.A. "Pinar Grande"

(Navaleno, Abejar y Cabrejas del Pinar)

http://centros4.pntic.mec.es/cra.pinar.grande/

 


 

Un día del Quijote

por Nadia Aparicio (Navaleno), 6º de primaria

 

Cerca de mi pueblo había unas grandes extensiones de terreno que pertenecían a un señor.

En ellas tenía una enorme casa en la que vivía él, sus criados y su acompañante personal.

Tanta riqueza tenía que nunca le faltó de nada, por eso a veces se aburría tanto.

Nunca tuvo amigos porque decía que no encontraba gente de tan alto nivel como tenía él. No le gustaba relacionarse con personas de nivel inferior al suyo, debido a esto, vivía en una continua soledad.

Su mente no dejaba de trabajar. Tantas eran sus ideas y sus pensamientos, que al no poderlos compartir con nadie, llegó a tener fuertes depresiones que a veces le hacían caer en crisis de locura.

Una tarde salieron de paseo él y su acompañante, iba hablando y contándole cosas que no tenían mucho sentido. Su acompañante ya veía que su amo no estaba bien por las cosas que hacía y decía.

Al caer el sol y ya de vuelta a casa vieron unas enormes colmenas bajo la sombra de unos pinos.

Dice el amo a su acompañante:

-Vayamos hasta allí y preguntemos a aquellos vaqueros que si les interesa vendernos sus vacas, nos vendrían bien para que se comieran la hierba de nuestras fincas y así las segaremos y abonaremos al mismo tiempo.

-No son vacas, mi señor, son enjambres de abejas, y los vaqueros son pinos.

-¡ Qué tonterías dices! Vayamos hasta allí.

Así lo hicieron ya que su acompañante se sentía incapaz de hacerle comprender la realidad.

Llegaron y el señor se adelantó para hablar con los vaqueros, cuando de repente una gran multitud de abejas cayeron sobre él, tapándole por completo como si se hubiera puesto una manta por encima de su cuerpo.


 

Fui Don Quijote

por Eva Cubilla, 6º de primaria

 

Un día me levanté y me sentí mojada, claro me había dormido en la piscina y todo el mundo me decía:

-Hola  ¿Eres Don Quijote?

No notaba nada pero había tenido un sueño de lo más raro, había soñado con una mujer, para mí, bellísima pero fuera del sueño horrorosa, sabía quien era. Era Dulcinea del Toboso, y me vino a buscar Sancho Panza y dije:

-¡Ay Sancho! ¡qué enamorado estoy de Dulcinea!  Y por San Valentín la llevaré a la Warner Brox  en una moto de 250 a toda mecha.

El lunes 14 de febrero cuando  llegamos a la Warner nos montamos en la ”montaña rusa” de Superman mientras comíamos  bombones de chocolate con forma de corazones. ¡Qué romántico tío¡. También nos montamos en “la lanzadera” y se me cayó el sombrero de la cabeza y por último fuimos en transportes especiales a París la ciudad del amor. Cenamos en un restaurante  de la torre Eífel  y nos íbamos a besar cuando vino el trasto de mi hermana Juncal y saltó encima de mí .Conocí a Dulcinea y no os la recomiendo.


 

Me levanto y soy Don Quijote

por Yohana Calvo, 5º de primaria

 

Un día  me dio por levantarme muy temprano , tenía muchísimas ganas de leer, a mí, ya me extrañaba porque nunca me había  gustado leer. El libro trataba de una tal Dulcinea Del Toboso, de unos paisajes llenos de monstruos que luego resultaban ser molinos de viento. El caballero era un tal Don Quijote de la Mancha que era muy alto y muy delgado, con unas barbas muy grandes. Su acompañante era un tal Sancho Panza, que era todo lo contrario a Don Quijote, pues este era muy bajito y muy gordito. Según estoy dentro de la aventura, oigo unas voces que me dicen: ¡ EL DESAYUNO!,  ¡EL DESAYUNO!... Me levanto de la cama y me doy cuenta de que no estaba leyendo ningún libro, entonces no sabía si había sido un sueño o qué estaba pasando. Voy a la cocina y mi padre muy bajito y gordito me sirve el desayuno, le digo:

- ¡Hola papa!  ¡ moscas y rosquillas! ¿Tú no eres Sancho Panza?

- ¡Sí! Y tú mi caballero Don Quijote.

Entonces me di cuenta de que no había sido un sueño, ni estaba leyendo un libro, era Don Quijote de la Mancha.