| EL ESQUILEO por Tomás del Castillo Sanz (1994)
La fecha de esquilar es del 18 de junio al 28 del mismo mes, dependiendo de lo que "apreten" los calores. Antes los rebaños eran de unas 400 cabezas, que pertenecían a tres, cuatro o más personas. Esta manera de formar un rebaño se llamaba aparcería, figurando siempre como amo mayor el que más ovejas tenía. Era este amo mayor el que, de acuerdo con el pastor y a gusto y conveniencia de todos los aparceros, decidía el día que se iba a esquilar. El rebaño se apartaba la víspera del esquileo por la tarde, llevándose cada amo las ovejas a su propio corral hasta que al día siguiente empezaba el trabajo y... ¡manos a la obra!. Primero se tomaba una copa de aguardiente para poder aguantar la dura jornada de trabajo. Después se cogía una oveja, se la tumbaba en el suelo -metiéndosela uno por la encajadura- y se la cruzaban las manos con las patas para trabarla y que no se moviera durante su esquileo. Antes se trababan las ovejas con una cuerda de lana, de manera que el animal no perjudicara al esquilador o esquiladora, pues por aquel entonces también esquilaban las mujeres. Ahora no es así, ahora... ¡las mujeres a la cocina!.
Tomás y sus ovejas (foto: Hans Bernhard)
En la actualidad los rebaños son de 500 y 600 cabezas, y son de un único propietario, lo que permite que cada uno esquile cuando quiera, pero siempre se hace en buena unión. Tanto es así que la mayoría de los hombres nos ayudamos los unos a los otros. Ahora no se traban las ovejas con cuerdas de lana, sino con medias de las que usan las mujeres, y, cuando más finas sean, tanto mejor. Unos empiezan a esquilar por el cuello, otros lo hacen por la paletilla y, en fin, cada uno coge la tijera y empieza por donde puede y como puede. Aunque en la actualidad la tijera se usa poco. Ahora se suele esquilar con máquina, que es más fácil de manejar y se tarda mucho menos de esquilar. Con la tijera se podía dar algún corte al animal. Cuando ocurría esto, se echaba "Beterín" —y a veces tierra— para proteger a la oveja de la picadura de las moscas y para evitar que criasen gusanos en la herida. Con la máquina, y aunque ya he dicho que es de manejo más fácil que la tijera, nuestros profesionales "sollaron" a los pobres animales hasta que cogieron el tacto al instrumento, pero ahora ya empezamos a dominar todos la nueva técnica y las ovejas sufren daños menores. Con estas máquinas incluso se puede esquilar sin trabar a la oveja. Con anterioridad al empleo de las máquinas, el tiempo que empleaban 14 esquiladores con tijera en mano para esquilar un rebaño de unas 500 ovejas era de un día. En la actualidad, aún estamos en período de prueba con las máquinas mencionadas, pero tardamos bastante menos. Aunque se pasa mal día de trabajo, se come bien. Tanto es así, que comemos cordero asado como si se tratara del día de la Fiesta Mayor. Y, como no sólo de cordero vive el hombre, éste es acompañado por su correspondiente menú.
tijeras de esquilar (Museo Textil)
Existe un refrán que dice: "hay tres días que relucen como el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión", pero los gallegos lo han cambiado por el siguiente: "hay tres días que relucen como el sol: el día de la matanza, el día del esquileo y el día del Señor".
|