| EL ZARRAGÓN por Tomás Sanz Pastor y Sixto Aparicio Pastor (1995)
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A continuación se relata la entrevista efectuada a D. TOMAS SANZ PASTOR, vecino que ha sido de Alcozar, y que ahora reside en Valencia, a sus 86 años cumplidos, último zarragón que hubo en el pueblo y que actuó como tal el año 1930. Pregunta: ¿Quién era el Zarragón? Respuesta: Era el representante de la RONDA, que estaba formada por los mozos que entraban en quintas. Éstos, a su vez, representaban a todos los mozos y mozas ante las autoridades del pueblo (sres. cura, alcalde, juez, concejales, médico, secretario, etc.) Pregunta: ¿Cuál era su cometido? Respuesta: Junto con los de la ronda, como ya se indica, rondar por las calles, cantando con el resto de los mozos. Dar diana en las fiestas del pueblo a las autoridades y velar para que esto se hiciera dentro de la mayor armonía. Pregunta: ¿Qué obligaciones y derechos tenía? Respuesta: Ir a casa de las mozas ayudado por los de la ronda, para acompañarlas hasta el baile que se celebraba en la plaza del pueblo y, después de terminar éste, acompañarlas nuevamente hasta su casa, procurando que llegasen sin ningún contratiempo. Pregunta: ¿Cuál era la duración del cargo? Respuesta: El cargo se desempeñaba durante un año, ya que después era la quinta siguiente la que tenía que desempeñar el cargo de zarragón. Pregunta: ¿Cómo se elegía el zarragón? Respuesta: Entre todos los quintos y por mayoría, era elegido el zarragón o jefe de la ronda. Pregunta: ¿Qué requisitos eran necesarios para ser zarragón? Respuesta: Que fuera prudente, con sentido común y pacifico. Pregunta: ¿Cuál era la vestimenta característica de este personaje? Respuesta: Solamente para ir a misa y dar diana a las autoridades utilizaba el traje que era de militar de caballería, con sus leguis y espuelas, cintas en las mangas y, en lugar de bastón de mando, llevaba una tralla. Pregunta: ¿Cuándo y en qué sitios actuaba? Respuesta: En la calle de ronda, en la plaza cuando había baile y en la iglesia dentro de la celebración de la misa, ayudado siempre por los de la ronda (pues dos de ellos ayudaban en misa). Pregunta: ¿Qué hacía en las fiestas? Respuesta: Acompañar a los músicos, junto con el resto de los mozos, para dar diana a las autoridades del pueblo. Mandar a los músicos o gaiteros cuando tenía que empezar y terminar el baile. Poner orden entre mozos y mozas durante las horas en que se celebraba el baile, para evitar abusos por parte de alguien. Pregunta: ¿Recuerda alguna anécdota? Respuesta: Cuando llevaban a las mozas a casa de regreso del baile, a altas horas de la madrugada, y había alguna que no tenía prisa en entrar en casa, llamaban a su madre indicándola que la habían acompañado hasta la puerta y así salvaban su responsabilidad. En el ofertorio de la misa del día de Reyes, se acostumbraba, por el zarragón y la ronda, a soltar aves desde el coro (pájaros, palomas, perdices, gallos, etc.). El año 1930, cuando fui zarragón, se soltó una perdiz. Estas aves se le regalaban al sacerdote, pero en este caso, al tratarse de una perdiz, el cura la perdonó la vida, se la volvió a regalar a los de la ronda y éstos se la vendieron al médico para que le sirviera de reclamo y así poder cazar. Pregunta: ¿Qué discursos realizaba el zarragón en la iglesia? Respuesta: EN EL OFERTORIO Bajad compañeros, bajad a ofrecer, que el dinero del ofertorio para nosotros ha de ser.
EN AÑO NUEVO Con el permiso de Dios, de nuestro profesor, nuestro Sacerdote y todo el ayuntamiento, voy a dar una voz a mis compañeros, que se encuentran durmiendo. Por ser el día de Año Nuevo, deben ustedes de considerar, que a todas las mujeres las daré la Paz. A las casadas, las daré la Paz normal y a las solteras con el rabo del cordero la recibirán. Esto consistía en que la paz era un cuadro con un crucifijo que se daba a besar. Cuando las solteras se disponían a besar la paz, el zarragón interponía, entre los labios y el cuadro, un rabo del cordero.
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Pregunta: ¿Recuerda alguna de las canciones que se cantaban? Respuesta: Se cantaban muchas canciones rondando la calle, algunas de las que recuerdo son las siguientes: AL CURA Sacerdote noble, ¿quién es tu tía? La hostia, el cáliz y la Virgen María. Sacerdote noble, ¿quién es tu mujer? La hostia y el cáliz, también son tu mujer. Buenas noches a la una, buenas noches a las dos. Buenas noches a la una, buenas noches nos de Dios. Lo primero es buenas noches, lo segundo es atención, lo tercero es cortesía, de mis compañeros y yo.
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A LAS MOZAS Cristalina niña hermosa, hija de padres honrados, te venimos a cantar estos tus enamorados. Estos tus enamorados te venimos a cantar la noche de San Silvestre, que el año se acaba ya. Esta noche es San Silvestre y mañana es Año Nuevo, y al darnos el “aguilando”, no se corte usted los dedos. El “aguilando”, señores, no se ha de echar en olvido, que también los mozos gustan de longaniza y tocino.
MÁS CANCIONES PARA LAS MOZAS Si quieres oír bonita de tu hermosura cantar, incorpórate en la cama, que ahora voy a empezar. Empiezo por la cabeza, por ser el primer lugar; tienes una mata de pelo, que se te puede riza. El peine que te lo peina no es de palo, ni es de hueso, que tiene cuatro esquinas y en cada esquina un letrero. La peineta que tú llevas, en ese pelo clavada, con esa mantilla fina; pareces mi enamorada. Los pendientes que son dos, son finezas del amor. Yo te los pondría bien, prenda de mi corazón. Esos ojos cristalinos y esa lengua encantadora. Con ella me das el sí ¡oh, piadosísima señora!. Esas narices de barro, de barro muy almadeno, de barro como las mías, de otro tal y tan bueno. De la cintura para abajo, Señores, yo no me meto, que son partes delicadas, donde yo requiero e intento. *** A tu puerta llamo puerta. a tu ventana, ventana, a tu madre, jardinera, y a ti, rosita temprana. A tu puerta hemos llegado con la intención de cantar, y las verjas de tu ventana se han convertido en altar. Tus labios de terciopelo, tus ojitos son luz, tu boca es una rosa y la imagen eres tú. *** Sabadillo por la tarde, por tu puerta me paseo. Domingo por la mañana, a misa bajo el primero. Por ver si tú vas a misa, con tu sal y tu meneo, que hasta los casados dicen: ¡Quién podría ser tu dueño! Al entrar en la Iglesia, entras con mucho silencio. Y al tomar agua bendita, sólo tomas con los dedos. Al hincarte de rodillas, delante del Sacramento, y al decir: ¡Señor, pequé!, tres golpes distes al pecho. Ya ha empezado la misa y estás con grande silencio. Y al decir “Ite missa est,” yo me salí el primero a hacer corrillo a tu puerta y hablar con tuyas vecinas, ya que contigo no puedo.
PARA LOS QUE DURANTE EL AÑO HABÍAN TENIDO UN HIJO Para empezar a cantar señores, licencia pido al amo de la casa y también a los vecinos. Para empezar a cantar, licencia pido otra vez al amo de la casa y también a la mujer. Esa niña pequeñita que tenéis a vuestro lado, Dios os de salud y gracia para ponerla en estado.
PARA SOLTEROS VIEJOS Levántate pollo “güero” que duermes en la cocina, se te ha quemado el capote y hueles a socarrina.
PARA LOS CAZADORES Levántate cazador, si te quieres levantar, que hemos visto una liebre echada en el Carrascal.
***** Aquí termina el relato del último Zarragón de Alcozar. Son cosas que pasaron, y que jamás volverán. *****
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