EL PON
- El pon, por Andrés García Madrid (1995)
- El pon, por Isidro Hontoria Puentedura (1995)
por Andrés García Madrid (1995)
El pon consistía en una madera en forma de dado, de unos cinco centímetros cuadrados de lado. Por la parte de arriba sobresalía una especie de palillo por donde se cogía el juguete y se hacía bailar. Por la parte de abajo acababa en una punta que era la que rozaba el suelo al girar.
En cada uno de los lados del dado llevaba escrita una de las siguientes palabras: PON, SACA, TODO, NADA.
Los hacíamos nosotros mismos con un trozo de madera, pero había otros comprados que tenían más caras.
Se hacía un cuadro en el suelo y cada uno de los jugadores colocaba dentro uno o más palepes[1] (según se acordara). A continuación, el primer jugador cogía el pon, lo hacía girar y esperaba hasta que se paraba y caía al suelo. Si en la cara de arriba había quedado la palabra TODO, recogía todos los palepes que hubiera en el cuadro en ese momento; si salía SACA, sólo podía retirar un palepe; si quedaba arriba PON, tenía que añadir un palepe a los que ya hubiera en el cuadro; y, por último, si aparecía NADA, significaba que ni tenía que poner ni podía recoger ningún palepe.
[1] Los palepes se conseguían recortando los dos lados más anchos de las cajas de cerillas.
por Isidro Hontoria Puentedura (1995)
El pon era otro de los juguete que se tenía que hacer girar o bailar sobre sí mismo. Se hacía con un pequeño taco de madera y tenía forma de dado, con una punta en la parte inferior para que pudiera bailar en el suelo y un saliente en su parte superior por donde se agarraba y se hacía girar restregando el dedo pulgar contra el dedo índice.
En cada una de las caras del dado llevaba puesta una palabra: pon, saca, todo y nada. Estas palabras indicaban el resultado de la jugada cuando el juguete dejaba de girar y quedaba parado en el suelo.